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La razón más común por la que un recién nacido llora es para decirle que tiene hambre. Sin embargo, este método de comunicación puede hacer que sea difícil entender exactamente cuándo alimentar a su bebé. La buena noticia es que aprenderá a reconocer las señales que su bebé le dará para decirle que tiene hambre antes de que empiece a llorar.

Si bien es posible que los bebés no lleguen al mundo sabiendo exactamente cómo amamantar, nacen con algo maravilloso llamado «reflejo de enraizamiento», una búsqueda instintiva de alimentos que le ayuda a reconocer cuándo su bebé tiene hambre. Tan natural es la búsqueda de comida, que un bebé a menudo arraiga dentro de la primera hora de nacer.

El reflejo de enraizamiento generalmente se desencadena por algún tipo de estímulo, tal vez cuando acaricias la mejilla de tu bebé con el dedo, o por algo menos directo, como su propia camisa o puño. Cuando esto sucede, su bebé mueve la cabeza hacia el estímulo y abre la boca en busca de comida. Esa es tu señal! Esta acción también indica el momento ideal para sujetarlo a su pecho.

Relex de enraizamiento: Signos comunes de que el bebé tiene hambre

Su bebé mueve la boca y la cabeza hacia un estímulo, como tocar algo en su mejilla o labios. Abre la boca, ya sea ampliamente durante un buen segundo o dos o en pequeños movimientos rápidos (abrir-cerrar-abrir-cerrar). Podría meterse los dedos o el puño en la boca. Cuando se dé cuenta de que no hay leche, soltará los dedos y continuará su búsqueda.

El reflejo de enraizamiento puede ser de gran ayuda para engancharse. Cuando estés lista para amamantar, acaríciale la mejilla o el labio con los dedos o el pezón. Cuando se vuelva hacia ti y abra la boca, sujétalo sobre tu pecho. Por supuesto, toma algo de tiempo y práctica aprender el mejor momento para agarrarse, pero es un truco útil para hacer que su bebé abra la boca.

Tenga en cuenta que el llanto es una señal tardía de que su bebé tiene hambre, aunque la cantidad de tiempo entre las señales tempranas de hambre y el llanto en toda regla varía de un bebé a otro, ¡algunos pasan de cero a 60 muy rápidamente! Si puede aprender a reconocer las señales de enraizamiento naturales de su bebé, ayudará a que la lactancia materna sea más efectiva y agradable.

Consejos para el éxito

  • Si su bebé gira la cabeza y abre la boca cuando lo tocan, o se chupa los dedos o los puños, le está dando una señal de alimentación temprana que dice que tiene hambre.
  • Tócale la mejilla o los labios justo antes de agarrarlo para que abra la boca y se prepare para un buen y profundo agarre.



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