Aleteo de manos

Considerado un tipo de estimulación visual o» estímulo», el aleteo de manos puede ser una forma para que las personas en el espectro autista encuentren sentido a su mundo. Como padre o cuidador, puede encontrar este comportamiento preocupante y difícil de entender. Sin embargo, al igual que el balanceo, puede cumplir una función importante para el individuo en el espectro.

Cómo se ve el aleteo

Para muchos padres y cuidadores de niños en el espectro, el aleteo de las manos es uno de los primeros signos de que algo es diferente en su hijo. Al principio, este comportamiento puede parecer extravagante pero lindo, y es común que los padres se refieran a su hijo como un «pajarito».»Sin embargo, a medida que su hijo crece y se desarrolla, puede ser evidente que el comportamiento de aleteo no desaparece. Esto es cuando muchos padres se preocupan.

Este tipo de aleteo tiene un estilo distintivo. Si su hijo es propenso a este comportamiento, puede notar algunos de los siguientes:

  • Movimientos rápidos de aleteo de las manos, generalmente doblándose desde la muñeca
  • Las manos generalmente, pero no siempre, se mantienen lo suficientemente altas para que el niño vea en su campo de visión
  • Aleteo acompañado de un paso de rebote, giro, salto o patadas de las piernas
  • Un ruido agudo o repetitivo o una frase que acompaña al aleteo
  • Aleteo que continúa de unos segundos a varios minutos
  • Falta de contacto visual o interacción significativa durante el aleteo

Repetitivo Comportamientos y autismo

Oficialmente, el aleteo de las manos es un tipo de» estereotipo», que básicamente se refiere a cualquier movimiento repetitivo sin una razón obvia. De acuerdo con un estudio de 2008 en la revista Developmental Medicine & Child Neurology, este tipo de comportamiento es significativamente más común en niños preescolares con espectro autista que en aquellos con otros trastornos. El estudio examinó diferentes tipos de estereotipos, incluido el aleteo de las manos, y encontró que los movimientos repetitivos de los brazos y los dedos estaban presentes en el 58 por ciento de los niños con trastornos del espectro autista, en comparación con el 14 por ciento de los niños con otros trastornos del desarrollo.

Los comportamientos repetitivos, como el aleteo, son uno de los criterios básicos de diagnóstico del autismo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los niños que exhiben este comportamiento están en el espectro autista. Este aleteo es simplemente una señal de que su hijo está luchando para comprender o incorporar lo que siente y siente.

Integrar los sentidos

Muchos expertos en autismo y terapeutas ocupacionales creen que los niños del espectro a menudo tienen dificultades para clasificar la información sensorial que sus cuerpos reciben de su entorno. De hecho, un estudio de 2007 en el American Journal of Occupational Therapy encontró que el 95 por ciento de los niños con TEA tenían algún nivel de disfunción cuando se trataba del procesamiento sensorial.

Probablemente hayas experimentado una versión de los desafíos sensoriales si alguna vez has estado en un restaurante muy ruidoso. Es posible que haya notado que tuvo que esforzarse para elegir la conversación en su mesa, y cuando regresó a casa, probablemente estaba agotado. Para los niños con autismo, cada experiencia puede ser algo como esto.

De acuerdo con esta teoría, el aleteo de las manos es una forma de que los niños regulen su información sensorial visual. Pueden controlar el aleteo, y puede darles la oportunidad de relajarse durante unos segundos y recargar sus baterías. Aunque es más obvio, el aleteo en realidad no es muy diferente de otros «estímulos» visuales como girar objetos o mover repetidamente un juguete de un lado a otro. Todos estos comportamientos ayudan al niño a entender dónde está en el espacio.

Por qué puede estar preocupado

A pesar de que el aleteo no es un signo seguro de problemas del espectro autista, indica que el niño puede estar lidiando con problemas sensoriales. Esto puede ser alarmante para muchos padres por las siguientes razones:

  • Hay un estigma social asociado con el aleteo. Es posible que le preocupe lo que pensarán los demás cuando vean a su hijo comportarse de esta manera.
  • El aleteo puede distraer. Para el niño, este puede ser el punto al hacer el comportamiento, pero para usted, puede ser algo frustrante.
  • El aleteo puede ser un recordatorio constante de sus preocupaciones sobre el desarrollo de su hijo. Muchos padres asocian este tipo de estimulación visual con su propia ansiedad.

Cómo ayudar

Dependiendo de la edad de desarrollo de su hijo, es posible que pueda reducir o cambiar este comportamiento de aleteo. Si le preocupa el aleteo de su hijo, pruebe algunas de las siguientes ideas:

  • Haga que un terapeuta ocupacional con experiencia en disfunción de la integración sensorial evalúe a su hijo. Este terapeuta está capacitado para ayudar a su hijo a entender sus experiencias sensoriales de maneras que sean más aceptadas socialmente.
  • Experimente con la idea de establecer límites en el aleteo. Algunos padres informan que esta estructura funciona bien para sus hijos. Anime a su hijo a tomar un descanso para aletear en varios momentos del día, pero tenga cuidado de no enviar el mensaje de que su hijo está haciendo algo mal al aletear sus manos.
  • Señale el comportamiento de aleteo a su hijo cuando esté sucediendo. Esto puede ayudar a su hijo a ser más consciente del comportamiento y de cómo se siente en ese momento. Esta información puede ayudar a algunos niños a regular el comportamiento.

Si no puedes cambiar el aleteo, es posible que puedas cambiar tus sentimientos sobre el comportamiento. Es importante recordar que aletear no es inherentemente incorrecto. Es un síntoma, no el problema en sí. Si descubres que el aleteo te está causando malestar o ansiedad, es posible que te beneficies de un descanso ocasional o de la oportunidad de hablar de tus sentimientos con un profesional o un grupo de apoyo para el autismo.

Hable con el Pediatra de Su Hijo



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