¿Cómo se usan los inhalantes?
Los inhalantes se pueden inhalar a través de la nariz o la boca de varias maneras, como—
- «inhalar» o «inhalar» vapores de recipientes;
- rociar aerosoles directamente en la nariz o la boca;
- «embolsar»: inhalar o inhalar vapores de sustancias rociadas o depositadas dentro de una bolsa de plástico o papel;
- «inhalar» de un trapo empapado en inhalantes relleno en la boca; y
- inhalar de globos llenos de óxido nitroso.
Los productos químicos inhalados se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo a través de los pulmones y se distribuyen rápidamente al cerebro y otros órganos. A los segundos de la inhalación, el usuario experimenta intoxicación junto con otros efectos similares a los producidos por el alcohol. Los efectos similares al alcohol pueden incluir dificultad para hablar, incapacidad para coordinar movimientos, euforia y mareos. Además, los usuarios pueden experimentar mareos, alucinaciones y delirios.
Debido a que la intoxicación dura solo unos minutos, los abusadores frecuentemente buscan prolongar el subidón inhalando repetidamente en el transcurso de varias horas, lo cual es una práctica muy peligrosa. Con inhalaciones sucesivas, los abusadores pueden sufrir pérdida de conciencia y posiblemente incluso la muerte. Al menos, se sentirán menos inhibidos y con menos control. Después de un uso intensivo de inhalantes, los abusadores pueden sentirse somnolientos durante varias horas y experimentar un dolor de cabeza persistente.