El factor de la dieta en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad
Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión general completa del papel de los métodos dietéticos para el tratamiento de niños con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) cuando la farmacoterapia ha demostrado ser insatisfactoria o inaceptable. Los resultados de investigaciones recientes y estudios controlados, basados en una búsqueda PubMed, se enfatizan y comparan con informes anteriores. El reciente aumento del interés en esta forma de terapia para el TDAH, y especialmente en el uso de suplementos omega, la importancia de la deficiencia de hierro y la evitación del «patrón occidental» de la dieta, hacen que la discusión sea oportuna. Las dietas para reducir los síntomas asociados con el TDAH incluyen suplementos con restricción de azúcar, sin aditivos/conservantes, oligoantígenos/eliminación y ácidos grasos. El suplemento de Omega – 3 es el último tratamiento dietético con informes positivos de eficacia, y el interés en la dieta sin aditivos de la década de 1970 se revive ocasionalmente. Un informe provocativo llama la atención sobre la dieta «de estilo occidental» asociada al TDAH, alta en grasas y azúcares refinados, y la dieta «saludable» sin TDAH, que contiene fibra, ácido fólico y ácidos grasos omega-3. La literatura sobre dietas y TDAH, listada por PubMed, se revisa con énfasis en estudios controlados recientes. Las recomendaciones para el uso de dietas se basan en la opinión actual de los informes publicados y nuestra experiencia práctica. Las indicaciones para la terapia dietética incluyen el fracaso de la medicación, la preferencia de los padres o del paciente, la deficiencia de hierro y, cuando sea apropiado, el cambio de una dieta occidental vinculada al TDAH a una dieta saludable sin TDAH. Se enumeran los alimentos asociados con el TDA / H que deben evitarse y los que no están relacionados con el TDA / H y los preferidos. En la práctica, las dietas libres de aditivos y oligoantígenas/de eliminación consumen mucho tiempo y perturban el hogar; solo están indicadas en pacientes seleccionados. El hierro y el zinc se complementan en pacientes con deficiencias conocidas; también pueden mejorar la eficacia de la terapia con estimulantes. En pacientes que no responden o con padres que se oponen a la medicación, los suplementos de omega-3 pueden justificar un ensayo. Una mayor atención a la educación de los padres y los niños en un patrón dietético saludable, omitiendo los elementos que muestran predisposición al TDAH, es quizás el tratamiento complementario o alternativo más prometedor y práctico para el TDAH.