El Globo: La Paradoja del ascenso de Samsung

Cinco años después del lanzamiento del programa de reclutamiento de nivel S, el apoyo de los directores generales de los afiliados de Samsung Group fue claramente tibio y probablemente habría permanecido así si Lee no hubiera vinculado gran parte de su compensación a su éxito. El Grupo de Estrategia Global, conocido dentro de la compañía como el «proyecto del presidente», probablemente no habría sobrevivido a la crisis financiera asiática, tan profunda que ayudó a llevar al Grupo Daewoo a la bancarrota, si Lee no lo hubiera financiado, incluso frente a las pérdidas récord de Samsung.

David Steel, vicepresidente ejecutivo de la SEC y la persona de más alto rango que salió de la GSG, señaló que el compromiso de la alta dirección y el apoyo de los rangos gerenciales son necesarios para el éxito de un programa como este. Gran parte de la influencia del presidente se transmite simbólicamente. Pero la sustancia y el simbolismo de ese apoyo no son poca cosa.

El enfoque a largo plazo de Lee ha sido esencial para su iniciativa más reciente: el desarrollo de la experiencia en diseño de Samsung, una capacidad que el presidente cree que será crítica para el crecimiento continuo de la compañía. Así como muchos nunca imaginaron que Samsung podría convertirse en un jugador global dominante, muchos cuestionan sus aspiraciones de diseño. Pero Lee estableció la agenda en 1996. Ese año Samsung fundó y financió el Samsung Art & Design Institute en colaboración con Parsons the New School for Design en Nueva York. Un número considerable de graduados del curso intensivo de capacitación de tres años se han unido a Samsung como diseñadores. Siguiendo esa iniciativa, la SEC ha establecido institutos de investigación de diseño en los Estados Unidos, el Reino Unido, Italia, Japón, China e India. Cada año, la SEC envía a 15 diseñadores al extranjero a destacadas escuelas de diseño durante uno a tres años para aprender tendencias de vanguardia. Como resultado, la SEC ha ganado una serie de premios de diseño. La combinación de esta excelencia en el diseño con su competencia tecnológica tradicional ha permitido que el imitador, una vez de bajo costo, mantenga una estrategia de alto precio para sus televisores y teléfonos celulares.

Tan larga y dura como ha sido la transición de la compañía, el modelo híbrido ha llevado a Samsung no a un pináculo, sino a otra meseta, que una vez más tendrá que trascender. Para seguir avanzando constantemente hacia arriba, tendrá que alcanzar un mayor nivel de diversidad y descentralización, para convertirse en una empresa brasileña en Brasil, por ejemplo, y no en una empresa coreana que haga negocios en Brasil. Tendrá que encontrar nuevos modelos de nuevas prácticas para poder superar una vez más sus puntos fuertes actuales y hacer frente a otras paradojas que puedan surgir. Es un esfuerzo que merece la pena observar, no solo por parte de la nueva generación de empresas de mercados emergentes, sino también por parte de los competidores occidentales, que algún día pueden alcanzar los límites de su capacidad para imponer la cultura occidental al resto del mundo.



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