Grosor del cuerpo calloso en niños: un enfoque de reconocimiento de patrones de RM en la imagen sagital media

El engrosamiento del cuerpo calloso es una característica importante del desarrollo, mientras que el adelgazamiento del cuerpo calloso puede ser el resultado de una serie de enfermedades que afectan el desarrollo o causan la destrucción del cuerpo calloso. El grosor del cuerpo calloso refleja el volumen de los hemisferios y responde a los cambios a través de efectos directos o a través de la degeneración walleriana. Por lo tanto, no solo es importante evaluar la morfología del cuerpo calloso para detectar anomalías congénitas, sino también evaluar el grosor de componentes específicos o de todo el cuerpo calloso en asociación con otros hallazgos. El objetivo de esta revisión pictórica es crear conciencia de que el grosor del cuerpo calloso puede ser una característica útil de la patología en la enfermedad del sistema nervioso central pediátrico y debe considerarse en el contexto de la etapa de desarrollo de un niño. El adelgazamiento del cuerpo calloso puede ser primario o secundario, y generalizado o focal. El adelgazamiento primario es causado por mielinización anormal o fallida relacionada con leucoencefalopatías hipomielinizantes, trastornos metabólicos que afectan a la sustancia blanca y microcefalia. El adelgazamiento secundario del cuerpo calloso puede ser causado por lesiones difusas, como encefalopatía hipóxico-isquémica, encefalopatía por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), hidrocefalia, afecciones dismelinizantes y afecciones desmielinizantes. La alteración focal de la formación o la lesión focal también causan adelgazamiento localizado, p. ej., disgenesis callosa, trastornos metabólicos con efectos localizados, hipoglucemia, lesión por sustancia blanca del prematuro, atrofia relacionada con el VIH, infarto y vasculitis, trauma y toxinas. El cuerpo calloso puede ser demasiado grueso debido a un trastorno primario en el que el hallazgo del cuerpo calloso es esencial para el diagnóstico; el engrosamiento anormal también puede ser secundario a inflamación, infección y trauma.