Historia de los Estados Unidos I

Daniel Shays y Job Shattuck

Daniel Shays se convirtió en una figura divisiva, para algunos un rebelde violento que buscaba derrocar al nuevo gobierno estadounidense, para otros un defensor de las verdaderas virtudes revolucionarias por las que Shays y otros lucharon. Esta representación contemporánea de Shays y su cómplice Job Shattuck los retrata en la última luz como «ilustres que salen de la cárcel».»Artista no identificado, Daniel Shays y Job Shattuck, 1787. Wikimedia.

En 1786 y 1787, pocos años después del fin de la Revolución, miles de agricultores en el oeste de Massachusetts luchaban bajo una pesada carga de deuda. Sus problemas se vieron agravados por la debilidad de las economías locales y nacionales. Los agricultores querían que el gobierno de Massachusetts los protegiera de sus acreedores, pero el estado apoyó a los prestamistas en su lugar. Cuando los acreedores amenazaron con ejecutar la hipoteca de su propiedad, muchos de estos agricultores, incluidos veteranos revolucionarios, tomaron las armas.Liderados por un compañero veterano llamado Daniel Shays, estos hombres armados, los» Shaysites», recurrieron a tácticas como las que los patriotas habían usado antes de la Revolución, formando bloqueos alrededor de los tribunales para evitar que los jueces emitieran órdenes de ejecución hipotecaria. Estos manifestantes veían su causa y sus métodos como una extensión del «Espíritu de 1776»; protegían sus derechos y exigían reparación por las quejas del pueblo.

El gobernador James Bowdoin, sin embargo, vio a los Shaysitas como rebeldes que querían gobernar el gobierno a través de la violencia de las turbas. Llamó a miles de milicianos para dispersarlos. Un ex general revolucionario, Benjamin Lincoln, dirigió la fuerza estatal, insistiendo en que Massachusetts debía evitar «un estado de anarquía, confusión y esclavitud.»En enero de 1787, la milicia de Lincoln arrestó a más de mil Shaysites y reabrió los tribunales.

Daniel Shays y otros líderes fueron acusados de traición, y varios fueron sentenciados a muerte, pero finalmente Shays y la mayoría de sus seguidores recibieron indultos. Su protesta, que se conoció como la rebelión de Shays, generó un intenso debate nacional. Mientras que algunos estadounidenses, como Thomas Jefferson, pensaban que» un poco de rebelión de vez en cuando » ayudaba a mantener libre al país, otros temían que la nación se deslizara hacia la anarquía y se quejaban de que los Estados no podían mantener el control. Para nacionalistas como James Madison de Virginia, la rebelión de Shays fue un excelente ejemplo de por qué el país necesitaba un gobierno central fuerte. «La libertad», advirtió Madison, » puede estar en peligro por los abusos de la libertad, así como por los abusos de poder.”



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