Instituto Nacional del Cáncer
– enfermedad localizada
el cáncer de estómago se considera localizado cuando está restringido al órgano y a los ganglios linfáticos circundantes. En este caso, el tratamiento principal es la cirugía. Durante el procedimiento, el cirujano realiza primero un examen visual del interior de la cavidad abdominal, para verificar que no hay diseminación del tumor que no se encontró en los exámenes preoperatorios. La decisión de extirpar todo el estómago o solo parte de él depende de factores como la ubicación específica del tumor, la extensión de la lesión y el subtipo de cáncer. En algunas situaciones, como cuando el tumor invade la aorta, la cirugía puede no ser posible.
la quimioterapia, antes y / o después de la cirugía, generalmente aumenta las probabilidades de curación (excepto en los tumores más tempranos). En casos seleccionados, también se puede requerir tratamiento con radioterapia después de la cirugía.
– cáncer inoperable o metastásico
en situaciones en las que no es posible extirpar el tumor con cirugía o en las que hay metástasis (el cáncer se diseminó a otros órganos), el tratamiento es paliativo. Las metástasis del cáncer gástrico en general se localizan en el peritoneo (membrana que cubre los órganos digestivos y la pared interna de la cavidad abdominal), el hígado, los pulmones, los huesos, los ganglios linfáticos distantes del estómago, el cerebro y la glándula suprarrenal.
el objetivo del tratamiento paliativo es aliviar o evitar los síntomas, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia. La elección del tipo de tratamiento paliativo depende de los síntomas presentes, la extensión del tumor y, especialmente, el estado físico del paciente.
el sangrado tumoral en general es pequeño y crónico, pero en algunos casos puede ser más agudo. La evaluación médica define el tratamiento necesario para cada paciente, que puede incluir: observación, medicamentos, transfusiones de sangre, procedimientos endoscópicos o vasculares (embolización para detener el sangrado), cirugía o radioterapia paliativa.
otros síntomas comunes son náuseas, vómitos, caquexia y obstrucción del tránsito intestinal. En los casos más leves, las modificaciones en la dieta y el uso de medicamentos pueden aliviar. En otras situaciones, dependiendo de la causa de la obstrucción y del estado físico del paciente, se puede producir mejoría con quimioterapia, radioterapia, procedimientos endoscópicos o quirúrgicos. La colocación de un catéter a través de la nariz hasta el estómago para hacer descompresión gástrica y drenaje de secreción, o incluso sedación paliativa, puede ser necesaria en condiciones clínicas más severas.
la quimioterapia paliativa puede, en algunos casos, prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida. Es importante que este tratamiento se realice simultáneamente con el control de los síntomas (medidas para el control del dolor, sangrado, vómitos, etc.). apoyo psicosocial al paciente y a sus familiares.
– linfoma gástrico
el tratamiento, que depende del tipo de linfoma y de la extensión de la enfermedad, puede incluir una o más de las siguientes modalidades: tratamiento de la infección por H. pylori, cirugía, radioterapia, quimioterapia, anticuerpos contra linfocitos B.
– TEGI
el tratamiento puede incluir cirugía y el uso de medicamentos orales.