La torpeza Me envió a Urgencias
La torpeza se define como una mala coordinación, movimiento o acción. Aunque es un problema menor en personas sanas, puede aumentar el riesgo de accidentes y lesiones graves, como caerse, golpearse la cabeza y causar una conmoción cerebral. O, si tiene problemas repentinos y continuos con la coordinación, podría ser un síntoma de una afección subyacente.
Un estudio científico de 2009 relacionado con el control motor y las diferencias cerebrales relacionadas con la edad reveló evidencia de que puede haber complicaciones con los sistemas nervioso y neuromuscular que contribuyen a las dificultades de rendimiento motor en adultos mayores, lo que confirma que la función cerebral juega un papel importante en la coordinación.
Entonces, ¿debería preocuparse de que su torpeza pueda estar insinuando una afección de salud subyacente más grave? O, ¿se puede arreglar su torpeza con solo algunas sugerencias rápidas? Averigüémoslo.
Condiciones de salud & Torpeza
¿Siempre ha sentido que los objetos alrededor de la habitación parecen interponerse en su camino? ¿Ha sido una ocurrencia reciente o algo con lo que has estado lidiando toda tu vida? Dependiendo de la gravedad de la situación, podría estar enfrentando una afección de salud de leve a grave:
- Ictus: Ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en el cerebro y disminuye el flujo sanguíneo o cuando un vaso sanguíneo debilitado irrumpe en el cerebro y disminuye el flujo sanguíneo, privando al cerebro de oxígeno y las células cerebrales comienzan a morir. Cuando alguien está experimentando un accidente cerebrovascular, puede sentir parálisis o debilidad muscular, lo que causa falta de coordinación y tropiezos. Otros síntomas que ocurren con un accidente cerebrovascular incluyen dificultad para hablar, sensación de hormigueo en los brazos o las piernas, debilidad o entumecimiento muscular, dolor de cabeza y vértigo. Un accidente cerebrovascular puede ser una afección potencialmente mortal y debe consultar a un médico de inmediato.
- Convulsiones: En el caso de convulsiones parciales, mioclónicas y atónicas complejas o ataques de gota, algunas convulsiones también pueden causar síntomas que parecen torpeza repentina.
- Ansiedad y estrés: Si estás ansioso o estresado, es posible que tu sistema nervioso funcione de manera anormal, lo que puede hacer que tus manos tiemblen o afecten la forma en que ves tu entorno y realizas tareas. Esto puede hacer que te tropieces con objetos o personas a tu alrededor.
- Drogas y alcohol: Cuando bebe demasiado alcohol o usa drogas, puede experimentar torpeza debido a la intoxicación, lo que afecta la función cerebral y puede causar movimientos descoordinados. Otros síntomas de intoxicación incluyen ojos inyectados en sangre, un cambio en el comportamiento, un fuerte olor a alcohol, dificultad para hablar o vómitos. Es posible que tenga dificultades para mantener el equilibrio o coordinar los pasos al tratar de caminar cuando está intoxicado, lo que puede provocar lesiones o una conmoción cerebral si se cae. La abstinencia también puede causar torpeza.
- Adultos mayores: El envejecimiento, como es de esperar, va de la mano con cuestiones como la coordinación. Los estudios científicos han demostrado que los movimientos de las manos son diferentes entre los adultos más jóvenes y los mayores, ya que utilizan diferentes representaciones mentales del espacio alrededor de sus cuerpos. Los adultos más jóvenes tienden a enfocar su marco de referencia en la mano, mientras que los adultos mayores usan un marco de referencia centrado en todo su cuerpo, lo que puede afectar la forma en que los adultos mayores planifican y guían sus movimientos. A medida que los adultos envejecen y la torpeza empeora, puede volverse peligrosa o podría ser el comienzo de un trastorno neurológico subyacente y debe ser abordado por un médico.
- Tumor cerebral: Tener un crecimiento maligno o benigno en el cerebro también puede afectar el equilibrio y la coordinación. Otros síntomas de un tumor cerebral incluyen náuseas y vómitos inexplicables, problemas de visión, cambios de personalidad o comportamiento, problemas auditivos, convulsiones, debilidad o entumecimiento y fuertes dolores de cabeza. Consulte con un médico para realizar una resonancia magnética o una gammagrafía cerebral para verificar si hay crecimientos en el cerebro.
- Enfermedad de Parkinson: La enfermedad de Parkinson, que afecta al sistema nervioso central, puede afectar al sistema motor y puede ir de la mano con problemas de coordinación. Otros síntomas de esta enfermedad incluyen pérdida del olfato, problemas para dormir, estreñimiento, voz suave o baja, cara enmascarada o mirada fija en blanco.
- Enfermedad de Alzheimer: Esta enfermedad daña y mata lentamente las células cerebrales, lo que podría significar que alguien que experimenta esta enfermedad podría tener dificultades con la memoria, completar tareas familiares y tener problemas de coordinación. El riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer aumenta después de los 65 años de edad.
- Dispraxia: La dispraxia, también conocida como trastorno de coordinación del desarrollo (DSD), es una afección que afecta la coordinación de un niño. Los niños con DCD generalmente verán una coordinación física retrasada para su edad, que no se debe a problemas de aprendizaje o a un trastorno neurológico. La buena noticia es que puedes mejorar los síntomas de la DCD practicando movimientos, dividiendo las actividades en pasos más pequeños o usando herramientas como agarres especiales en lápices.
Un signo repentino de torpeza, aunque debe ser comprobado por un médico o profesional médico, no siempre significa que sea un asunto médico grave. Otras razones por las que podría ver un inicio repentino de mala coordinación podrían ser que está embarazada, posiblemente no duerma lo suficiente o esté tomando medicamentos que podrían causar síntomas similares. A veces, los niños también pueden tener problemas de coordinación, lo cual no es inusual cuando están aprendiendo a ponerse de pie o caminar, y los brotes de crecimiento también pueden contribuir a estos movimientos descoordinados.
Por lo tanto, aunque la torpeza puede ser incómoda e incluso peligrosa a veces, no siempre significa que es una afección que pone en peligro la vida a la que se enfrenta. A veces, puede ser algo que incluso puedes controlar por nuestra cuenta.
Cómo Resolver Torpeza
Muchas veces, cuando usted está consiguiendo demasiado poco sueño y bajo demasiado estrés puede hacerle perder el equilibrio. Sin embargo, puede haber pasos que puede tomar para trabajar en esto y ayudarlo a ser menos torpe:
- Tome un respiro, descanse un poco: Siempre hay estrés bueno y malo, pero el estrés malo puede desequilibrarnos y crear pánico innecesario que no necesitamos en nuestras vidas. Reconoce las señales de tu cuerpo para saber cuándo estás experimentando demasiado estrés e intenta despejar tu mente o hacer lo que necesites para desestresarte. Dormir muy poco puede hacernos sentir aturdidos y menos eficientes, lo que también puede hacer que perdamos el enfoque en todo lo que nos rodea.
- Entrena tu cerebro y tu núcleo: Los investigadores creen que las personas con recuerdos no tan buenos y tiempos de reacción y velocidades de procesamiento más lentos tienden a tener más problemas de coordinación. Afortunadamente, puedes trabajar en «juegos mentales» diseñados para mejorar la memoria y el tiempo de reacción. También es una buena idea hacer ejercicio y fortalecer el tronco, lo que puede ayudar a prevenir lesiones.
- Piensa en el futuro: Si te sientes especialmente torpe, haz un esfuerzo para ser más consciente de lo que te rodea y de tus acciones.
- Sea paciente y no lo haga de más: Haga una cosa a la vez. Trate de no realizar múltiples tareas cuando no se sienta lo mejor posible o tenga prisa. También es una buena idea ser paciente cuando intentas algo nuevo. La torpeza es a menudo el resultado de sumergirse en una actividad completamente nueva demasiado rápido.
Aunque mejorar la coordinación puede ser complicado, siempre hay una forma de hacerlo. Sin embargo, si cree que su torpeza es el resultado de una afección médica subyacente más grave, debe consultar con su médico. El médico puede recomendar medicamentos, como medicamentos antiinflamatorios o hacer más ejercicio para reducir el dolor y la rigidez de las articulaciones.
También puede resultarle útil, sin embargo, tomarse un minuto para reducir la velocidad y observar su entorno. Podría ayudar a evitar un viaje a la sala de emergencias y, al final, ayudar a usted y a las personas que lo rodean a mantenerse más seguros.