Más allá del chequeo postparto de seis semanas: Cómo evoluciona la atención médica después del embarazo

Durante muchos años, el examen postparto de seis semanas se ha considerado poco más que una autorización para que las mujeres reanuden sus estilos de vida previos al embarazo. Incluso después de la cesárea, que es una cirugía importante, el chequeo de seis semanas llevaba un tono de «hasta luego»: ya está recuperado, así que disfrute de su bebé y regrese el próximo año para su examen de mujer sana.

Sin embargo, el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) sugiere que los médicos y los pacientes empiecen a pensar en la atención posparto como una pieza integral de la atención médica. La Opinión del Comité de ACOG No. 736 de mayo de 2018 hace hincapié en un tema que he abordado muchas veces en este blog: El cuidado posparto es muy importante para la salud a largo plazo de las mujeres y está evolucionando.

Las semanas posteriores al embarazo deben considerarse como una etapa crítica en la salud a largo plazo de una mujer y una oportunidad para promover y apoyar una vida saludable en general. En lugar de hacer que las mujeres esperen hasta el chequeo de seis semanas para la atención posparto, las nuevas pautas sugieren un enfoque en cascada, con visitas incrementales basadas en la salud de la mujer.

Atención de toda la paciente después del embarazo

ACOG sugiere que la mayoría de las pacientes comiencen la atención posparto con una visita a un obstetra / ginecólogo dos o tres semanas después del parto para hacer un seguimiento de la recuperación física, la salud emocional y cualquier necesidad especial que surja durante el embarazo. Las mujeres que tuvieron preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo) podrían necesitar una visita de 72 horas a una semana después de salir del hospital para reducir el riesgo de complicaciones de salud graves.

Luego, alrededor de 12 semanas después del parto, ACOG sugiere que los pacientes tengan una visita integral con un obstetra/ginecólogo, que incluya un examen físico y una discusión que se extienda más profundamente para incluir el bienestar emocional y consideraciones de salud futuras. Algunos de estos temas de discusión incluyen:

● Planes de atención para afecciones continuas, como hipertensión o diabetes

● Conexión con un médico de atención primaria

● Planificación familiar, como anticonceptivos y cuánto tiempo esperar entre embarazos

● Cuidado de bebés, incluida la alimentación y cómo el paciente se está adaptando a la maternidad

● Salud mental en las semanas y meses posteriores al parto

● Autocuidado después de la pérdida del embarazo

● Sexualidad y relaciones en el hogar

● Abuso de sustancias, incluido el tabaco, el alcohol y otras drogas

● Estado de inmunización

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