Motivación Extrínseca

Definición de motivación extrínseca

Motivación extrínseca La motivación extrínseca es el deseo de hacer algo debido a las recompensas y los refuerzos que trae. En otras palabras, uno probablemente no haría el comportamiento si no obtuviera algo, más tarde, por hacerlo. La motivación extrínseca a menudo se contrasta con la motivación intrínseca, en la que el comportamiento ocurre porque la experiencia de hacer el comportamiento es suficiente recompensa, independientemente de cualquier consecuencia separable que pueda seguir.

Antecedentes e historia de la motivación extrínseca

La motivación extrínseca es consistente con los principios del conductismo operante, que dicen que el comportamiento ocurre porque se ha reforzado, es decir, una persona ha recibido alguna recompensa, consecuencia o compensación tangible y separable por hacer ese comportamiento en el pasado, y espera que ocurra lo mismo en el presente. La investigación experimental que comenzó en la década de 1970 mostró que inducir la motivación extrínseca al recompensar a una persona por hacer una actividad que antes era agradable puede socavar la motivación intrínseca posterior de la persona para hacer esa actividad, un hallazgo que ayudó a debilitar la influencia del conductismo dentro de la psicología. Aunque inducir la motivación extrínseca a través de recompensas puede tener algunos efectos positivos en el rendimiento (p. ej., evocando un mayor esfuerzo, una mayor cantidad de producción y más aprendizaje de memoria), existe un riesgo porque también puede conducir a una reducción del disfrute, la creatividad, la flexibilidad mental y el aprendizaje conceptual.

Cuatro Tipos de Motivación Extrínseca

En la psicología contemporánea, la motivación extrínseca es una característica importante de E. L. Deci y R. M. Ryan, el auto-teoría de la determinación. En los últimos 15 años, esta teoría ha diferenciado el concepto de motivación extrínseca, ahora especificando cuatro tipos diferentes de motivación extrínseca. La motivación externa existe cuando las personas actúan principalmente para obtener recompensas anticipadas o para evitar castigos anticipados. La motivación introyectada existe cuando las personas actúan para evitar la culpa y la auto-recriminación. La motivación identificada existe cuando las personas actúan para expresar un valor o creencia personalmente importante. La motivación integrada existe cuando las personas actúan para expresar un valor o creencia importante que forma parte de una red elaborada de principios y compromisos. Por ejemplo, las personas pueden reciclar principalmente porque es obligatorio por ley (motivación externa), porque se sentirían mal consigo mismas si no lo hicieran (motivación introyectada), porque creen en el reciclaje (motivación identificada), o porque el reciclaje es una expresión de una ética de conservación consolidada y una visión del mundo (motivación integrada).

En particular, las cuatro motivaciones se consideran extrínsecas porque, en cada caso, el comportamiento se lleva a cabo no por su propio bien, sino como un medio para algún otro fin. Sin embargo, se dice que las cuatro motivaciones varían en su grado de interiorización, es decir, en la medida en que el fin se ha incorporado en el ser. Las motivaciones externas no están en absoluto internalizadas, las motivaciones introyectadas están parcialmente internalizadas, las motivaciones identificadas están en su mayoría internalizadas y las motivaciones integradas están completamente internalizadas. Es importante destacar que esta conceptualización implica que algunas motivaciones extrínsecas (es decir, motivaciones identificadas e integradas) pueden emprenderse con un sentido de autonomía y autodeterminación a pesar de su condición no placentera. De esta manera, la teoría de la autodeterminación reconoce que «no todas las motivaciones extrínsecas son problemáticas», al tiempo que aborda los beneficios sociales que ocurren cuando las personas internalizan comportamientos no agradables pero esenciales (como votar, pagar impuestos, cambiar pañales, etc.).). Además, esta formulación permite que la teoría aborde las condiciones sociales que promueven la internalización-en particular, es más probable que las personas internalicen las motivaciones extrínsecas cuando las autoridades apoyan la autonomía, es decir, cuando toman las perspectivas de los subordinados, brindan opciones y proporcionan una justificación significativa cuando las opciones tienen que ser limitadas. Finalmente, esta formulación permite que la teoría aborde importantes cuestiones de desarrollo de la personalidad relacionadas con la madurez, la aceptación de roles y la sabiduría.

En suma, los incentivos extrínsecos ciertamente pueden ser poderosos motivadores de comportamiento. Sin embargo, deben usarse con prudencia, porque hay muchas maneras en que pueden ser contraproducentes. Idealmente, los contextos sociales ayudarán a las personas a interiorizar sus motivaciones extrínsecas, para que las necesidades de la vida puedan manejarse bien.

  1. Deci, E. L., Eghrari, H., Patrick, B. C., & Leone, D. R. (1994). Facilitating internalization: The self-determination theory perspective (en inglés). Journal of Personality, 62, 119-142.
  2. Deci, E. L., Koestner, R., & Ryan, R. M. (1999). A meta-analytic review of experiments examining the effects of extrinsic rewards on intrinsic motivation. Psychological Bulletin, 125, 627-668.
  3. Deci, E. L., & Ryan, R. M. (1985). Intrinsic motivation and self-determination in human behavior. New York: Plenum.



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