Neuropatía periférica

Neuropatía periférica-Se han identificado más de 100 tipos de neuropatía periférica, cada uno con sus propios síntomas y pronóstico. En general, las neuropatías periféricas se clasifican según el tipo de daño a los nervios. Algunas formas de neuropatía implican daño a un solo nervio y se denominan mononeuropatías. Sin embargo, con mayor frecuencia, se ven afectados múltiples nervios, lo que se denomina polineuropatía. Se estima que 20 millones de personas en los Estados Unidos tienen alguna forma de neuropatía periférica, una afección que se desarrolla como resultado del daño al sistema nervioso periférico, la vasta red de comunicaciones que transmite información entre el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y cualquier otra parte del cuerpo. (Neuropatía significa enfermedad o daño nervioso.) Las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario ataca los propios tejidos del cuerpo, pueden provocar daños en los nervios. El síndrome de Sjogren, el lupus y la artritis reumatoide se encuentran entre las enfermedades autoinmunes que pueden asociarse con la neuropatía periférica. Los síntomas pueden variar desde entumecimiento u hormigueo, hasta sensaciones de pinchazos (parestesia) o debilidad muscular. Las áreas del cuerpo pueden volverse anormalmente sensibles, lo que lleva a una experiencia de tacto exageradamente intensa o distorsionada (alodinia). En tales casos, el dolor puede ocurrir en respuesta a un estímulo que normalmente no provocan dolor. Los síntomas graves pueden incluir dolor ardiente (especialmente por la noche), desgaste muscular, parálisis o disfunción de órganos o glándulas. La mayoría de las personas se recuperan de este síndrome autoinmune, aunque los casos graves pueden ser mortales. En los casos más extremos, la respiración puede volverse difícil o puede ocurrir insuficiencia orgánica.

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