Para Cazar, el Ornitorrinco Usa Su Sexto Sentido Eléctrico
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Pico de pájaro. Extremidades como aletas. Cola plana, parecida a un castor: con su mezcla de rasgos, el ornitorrinco puede ser uno de los mamíferos más extraños de la Tierra hoy en día.
Junto con los equidnas, este animal semiacuático es una de las cinco especies de mamíferos que ponen huevos. Estos monotremas, como se les conoce a los mamíferos ponedores de huevos, comparten otra característica. Tienen el llamado sexto sentido: la electrorrecepción.
Detector de Pico de pato
Nadando en los ríos y arroyos de su Australia natal después del anochecer, el ornitorrinco cierra sus ojos, nariz y orejas cuando se sumerge en busca de invertebrados que habitan en el fondo de la cena, como larvas de insectos, crustáceos, gusanos y moluscos.
Para encontrar estas comidas en el barro, depende de su factura en su lugar. Este órgano súper sensorial está repleto de tres células receptoras distintas que ayudan al ornitorrinco a detectar movimientos y campos eléctricos sutiles producidos por su presa.
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Los mecanorreceptores de varilla de empuje en el pico detectan cambios en la presión y el movimiento, mientras que dos tipos de electrorreceptores rastrean las señales eléctricas producidas por las contracciones musculares de las presas pequeñas. Usando un movimiento de lado a lado de su cabeza, el ornitorrinco mide la dirección y la distancia de su próxima comida recolectando y combinando estos flujos de información sensorial.
Parte superior de los Monotremas
El ornitorrinco puede no ser el único monotremo con electrorrecepción, pero sus estructuras sensoriales son las más complejas.
Alrededor de 40,000 células cutáneas electrorreceptoras especializadas están dispuestas en rayas en la parte superior e inferior de su pico. Las especies de equidna tienen entre 2.000 y tan solo 400, como es el caso del equidna de pico corto. Esta especie, que se encuentra en hábitats secos, tiene lo que los investigadores piensan que «no es más que un remanente de este sistema sensorial.”