¿Por qué sonreímos realmente?
Los investigadores trabajaron con una cohorte de 44 participantes sanos, 26 de los cuales eran mujeres, de 18 a 35 años de edad.
Como parte del experimento, los participantes tuvieron que responder un cuestionario bastante difícil, presentado en una computadora, que duró solo 175 segundos. El nivel de dificultad, así como la corta duración, aseguraron que los voluntarios a menudo proporcionaran las respuestas incorrectas.
Cada participante se sentó y se quedó solo con la computadora. Sus expresiones faciales se grabaron utilizando un software especial de reconocimiento facial.
Luego, los investigadores evaluaron la correspondencia entre los diversos estados de ánimo de los participantes y los momentos en que sonreían utilizando un enfoque bidireccional.
Por un lado, cada participante calificó su propia experiencia del cuestionario en una escala de 12 estados de ánimo posibles, como «aburrido», «interesado» o «frustrado».»Por otro lado, los investigadores utilizaron el software de reconocimiento facial para ver con qué frecuencia sonreían los participantes.
«Nuestro estudio demostró», dice el Dr. Witchel, «que en estos experimentos de Interacción Humano-Computadora, la sonrisa no es impulsada por la felicidad; se asocia con el compromiso subjetivo, que actúa como un combustible social para sonreír, incluso cuando socializas con una computadora por tu cuenta.»
Los investigadores encontraron que, en general, no era probable que los participantes sonrieran cuando intentaban responder las preguntas del cuestionario. En cambio, es probable que sonrían después de haber respondido a las preguntas, ya que la computadora confirmaría si habían estado bien o mal.
Lo más notable, sin embargo, los participantes parecían sonreír con mayor frecuencia cuando se enteraron de que habían dado la respuesta incorrecta.
Después de analizar los datos, los investigadores concluyeron que el estado de ánimo que parecía estar asociado con la sonrisa con mayor frecuencia era, simplemente, «compromiso».»Esto sugiere que las sonrisas a veces pueden aparecer como una reacción social inconsciente.
«Durante estos cuestionarios computarizados», explica el Dr. Witchel, «sonreír se mejoró radicalmente justo después de responder a las preguntas incorrectamente.»
«Este comportamiento podría explicarse por autoevaluaciones de compromiso, en lugar de por calificaciones de felicidad o frustración», agrega.