Prueba de Glucosa en Plasma en Ayunas: Definición y resumen
¿Qué es una prueba de glucosa en plasma en ayunas?
Una prueba de glucosa plasmática en ayunas (FPG) es una prueba que detecta la diabetes midiendo el nivel de glucosa en el plasma sanguíneo de una persona después de un período de ayuno (no comer). La prueba de glucosa plasmática en ayunas se administra a adultos no embarazadas que tienen un alto riesgo de diabetes. Según la Asociación Americana de Diabetes, estos candidatos de «alto riesgo» para las pruebas incluyen a todas las personas de 45 años o más, personas obesas (personas que tienen el 120% de su peso corporal recomendado o superior), personas con familiares de primer grado (padres, hijos o hermanos) con diabetes, miembros de grupos étnicos de alto riesgo (nativos americanos, Latinos, asiático-americanos y afroamericanos), mujeres que han tenido diabetes gestacional o han dado a luz a bebés grandes (9 libras o más), personas con presión arterial alta, personas con niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) iguales o inferiores 35 mg/dl o niveles de triglicéridos iguales o superiores a 250 mg/dl, y personas con alteración de la glucosa en ayunas o alteración de la tolerancia a la glucosa.
¿Cómo se hace una prueba de glucosa plasmática en ayunas?
La prueba de glucosa plasmática en ayunas se realiza después de que una persona haya ayunado durante al menos 8 horas. Se toma una muestra de sangre de una vena del brazo. Si el nivel de glucosa en sangre es mayor o igual a 126 mg/dl, se vuelve a hacer la prueba a la persona y, si los resultados son consistentes, se le diagnostica diabetes. (Hasta hace unos años, el punto de corte diagnóstico era de 140 mg/dl, pero la ADA lo redujo porque la investigación ha demostrado que incluso las personas con niveles de glucosa plasmática en ayunas entre 126 mg/dl y 140 mg/dl tienden a desarrollar las complicaciones médicas de la diabetes.)
Los individuos con un nivel de glucosa plasmática en ayunas inferior a 126 mg / dl pero mayor o igual a 100 mg/dl se clasifican como con alteración de la glucosa en ayunas. Aunque no tienen diabetes, estas personas no metabolizan la glucosa normalmente, y tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta, trastornos de lípidos en la sangre y diabetes Tipo 2.