¿Qué causa ansiedad en niños y adolescentes?
A menudo no está claro por qué algunos niños o adolescentes desarrollan trastornos de ansiedad, sin embargo, hay algunas causas comúnmente acordadas.
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Antecedentes familiares
Si uno de los padres biológicos tiene un trastorno de ansiedad, ahora o en el pasado, su hijo tendrá más probabilidades de desarrollar uno también. La edad en que comenzó la ansiedad de los padres también tiene un impacto en la probabilidad de que su hijo desarrolle ansiedad: cuanto antes desarrollara ansiedad, más probabilidades tendrá su hijo de desarrollar un trastorno de ansiedad1.
Parte de esto puede deberse a causas genéticas, pero también puede deberse en parte a la crianza. Los niños a menudo aprenden ansiedad, miedo o evitación de padres ansiosos.
1Wittchen, HU.; et al (2000)
Biología cerebral
También se cree que la estructura del cerebro de su hijo y la forma en que funcionan las reacciones químicas en cada individuo juegan un papel en si un niño desarrollará o no un trastorno de ansiedad.
De particular interés es la parte del cerebro llamada amígdala. La amígdala es responsable de nuestra respuesta de huida o lucha y los estudios han demostrado que los niños con un trastorno de ansiedad a menudo tienen hipersensibilidad en esta zona2.
2McClure, E. B. et al.; (2007)
Tipo de personalidad
Hay numerosas teorías de que los diferentes tipos de personalidad son más propensos a sufrir ansiedad que otros, por ejemplo, aquellos niños que son emocionalmente sensibles o tímidos están en mayor riesgo 3 .
Sin embargo, algunos teóricos argumentarían que los niños emocionalmente sensibles a menudo aprenden una resiliencia sobre el mundo, que luego los protege de desarrollar afecciones como depresión o ansiedad más adelante en la vida, por lo que no hay reglas establecidas.
3Biederman, J. et al., (2001)
Gracias por toda la ayuda que le ha dado a nuestra familia, a nuestro hijo le va muy bien en la escuela y las cosas están mucho más asentadas en casa.
Martha, Liverpool
Experiencias infantiles
Muchos estudios han demostrado, tal vez como era de esperar, que los niños que enfrentan adversidades o experiencias difíciles en su infancia tienen más probabilidades de desarrollar una afección de salud mental como ansiedad o depresión4 cuando son adultos.
Experiencias como divorcios acrimónicos, abuso infantil, trauma y muerte de un padre pueden impactar profundamente a un niño y dejarlos con emociones difíciles que pueden impactar en el resto de sus vidas. La búsqueda temprana de ayuda y apoyo ha demostrado ser útil para permitir que los niños superen las emociones difíciles y prevengan la aparición de complicaciones adicionales.
4Beesdo, K., et al (2009)