The Alcohol Connection

Aunque se ha demostrado que el consumo de tabaco aumenta el riesgo de cáncer oral, las personas que consumen alcohol y tabaco tienen un riesgo especialmente alto de contraer la enfermedad. Los científicos ahora creen que estas sustancias interactúan sinérgicamente, aumentando los efectos dañinos de las otras.

El abuso de alcohol (cuando se define como más de 21 bebidas estándar en una semana) ya es el segundo factor de riesgo más grande para el desarrollo de cáncer oral. Hace más de 30 años, un estudio centrado en el consumo excesivo de alcohol como un factor significativo en el desarrollo del cáncer también encontró que en Utah, un estado cuya población es de aproximadamente dos tercios mormones, las incidencias de cáncer oral fueron menores que las de otros estados occidentales. De hecho, la tasa era inferior a la de la nación en su conjunto. Esto es probablemente debido a las creencias religiosas de los mormones que les exigen abstenerse completamente del alcohol y el tabaco.

El efecto del alcohol en la boca puede ser la clave para comprender cómo funciona con el tabaco para aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. El efecto deshidratante del alcohol en las paredes celulares mejora la capacidad de los carcinógenos del tabaco para penetrar los tejidos de la boca; además, las deficiencias nutricionales asociadas con el consumo excesivo de alcohol pueden disminuir la capacidad natural del cuerpo para usar antioxidantes para prevenir la formación de cánceres.

Los cirujanos orales de UT Southwestern Medical Center en Dallas dicen que han encontrado evidencia estadística que respalda estas afirmaciones. Algunos estudios incluso han indicado que la cirrosis hepática debido a la ingesta de alcohol puede estar asociada con un mayor riesgo de cáncer oral. Los pacientes con cirrosis a menudo desarrollan una apariencia lisa y brillante en la mucosa oral (tejidos de la garganta y la boca) que puede ser causada por cambios celulares inducidos por el hígado, como el aumento del contenido de acetaldehído citoplasmático. El mecanismo real para esta ocurrencia, y la relación con el desarrollo de un cáncer, todavía no se conoce bien, pero merece una investigación más profunda.

Una dificultad importante en el estudio del tabaco y el alcohol como factores de riesgo es que la mayoría de los pacientes con cáncer oral han usado ambos productos. Se necesita más investigación para determinar la relación entre el cáncer oral, el consumo de alcohol y el consumo de tabaco. Sin embargo, es ampliamente aceptado que eliminar el uso de tabaco oral y reducir o eliminar su consumo de alcohol reducirá inmediatamente su riesgo de desarrollar cáncer oral. De hecho, dentro de 10 años, su riesgo de cáncer oral debe ser tan bajo como cualquier otro no bebedor/no fumador.



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