TIBURONES

Los tiburones han sido conocidos (y temidos) por su impresionante capacidad para oler incluso los rastros más pequeños de sangre a kilómetros de distancia, a pesar de estar diluidos por millones de galones de agua de mar. Durante muchas décadas, los investigadores creían que la capacidad del animal para detectar implicaciones tan pequeñas que la presa estaba cerca existía completamente dentro de sus conductos nasales. Sin embargo, los científicos han descubierto recientemente que estos cazadores oceánicos hacen un uso extensivo de la línea lateral para detectar y encontrar su próxima comida.

La línea lateral está presente en la mayoría de los peces y se utiliza para detectar pequeñas vibraciones en el agua. Se encuentra justo debajo de la piel (subcutánea) en el hocico y a ambos lados del cuerpo del tiburón. Las líneas laterales son canales llenos de líquido. Las diminutas células ciliadas modificadas recubren sus paredes y son fundamentales para detectar vibraciones y movimientos.

Estas estructuras están tan bien afinadas que son capaces de detectar frecuencias tan bajas como 25 Hertz. A medida que las vibraciones entran en contacto con estas células similares a pelos, se mueven y se mecen dentro del líquido. Esto hace que los mensajes se transporten al cerebro a través de los nervios, proporcionando información importante sobre el paradero y la naturaleza de las vibraciones detectadas.



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