Tratamientos de fertilidad: ¿cuáles son los más utilizados?
La infertilidad es un problema que afecta aproximadamente a una de cada seis parejas en edad fértil. De hecho, en España se estima que alrededor del 15 por ciento de los hombres y las mujeres que desean aumentar la familia pueden tener un problema de fertilidad.
Tener un hijo no es tan fácil como a priori parece. De hecho, Pedro Royo, director de IVI Pamplona, indica que sólo hay entre un 17-25 por ciento de posibilidades de quedarse embarazada tras mantener una relación sexual en el momento de la ovulación de la mujer.
Además, a esto se suma, tal y como destaca Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de Ginefiv, que desde los 20 años (el momento en el que la mujer se encuentra en plena edad fértil) las posibilidades se van reduciendo paulatinamente: por cada año un cinco por ciento.
Los expertos indican que cuando una pareja decide dar el paso y utilizar algún método de fertilidad deben ser conscientes de que los cambios hormonales que se producirán en la mujer pueden llegar a provocar ansiedad, depresión y estrés. «Es muy frecuente que aquellas parejas que tienen dificultad para concebir un hijo experimenten sentimientos de angustia, soledad y tristeza, que afectan a la hora de enfrentar un tratamiento”, indica Royo, quien señala que durante todo el proceso hay un grupo de apoyo especializado para ayudar a la pareja.
Ambos indican que es fundamental mantener una actitud positiva y abierta e intentar seguir su vida con normalidad.
Opciones disponibles
Entre las alternativas al alcance de los pacientes, las técnicas más utilizadas en España son:
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Fecundación in vitro: consiste en la unión del óvulo y del espermatozoide en el laboratorio. Verdú señala que el proceso de estimulación ovárica suele durar entre nueve y once días.Este proceso de fertilización se puede realizar mediante una fertilización in vitro clásica o mediante una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
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Inseminación: suele ser una de las primeras opciones para parejas jóvenes con pocos problemas de fertilidad. Consiste en depositar dentro del útero una muestra de semen en las mejores condiciones en el momento adecuado: durante la ovulación. La muestra puede ser o de la pareja o de un donante. En este caso el proceso de estimulación ovárica suele durar entre ocho y diez días.
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Ovodonación: más conocido como donación de óvulos.
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Vitrificación: técnica que según Royo ha abierto un nuevo abanico de posibilidades para aquellas mujeres que desean postergar su maternidad en pro de otros ámbitos de sus vidas, sin renunciar por ello a ser madres con sus propios óvulos. «Esta alternativa es también una gran esperanza para aquellas mujeres diagnosticadas de cáncer que no quieren renunciar a la posibilidad de ser madres una vez superada su enfermeda”, añade.
Respecto a las madres solteras, Verdú expone que en esos casos tendrán que recurrir a la donación de semen. «Normalmente, las mujeres que deciden tener a su hijo mediante la utilización de un banco de semen,son menores de 37 años y no tienen, a priori, problemas de fertilidad, por lo que se realiza una inseminación artificial con semen de donante. En el caso de que la paciente tenga más de 37-38 años, lo habitual es la recomendación de realización de una técnica de fecundación in vitro”, concluye.
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