Distrofia miotónica Tipo 2 (DM2)

La distrofia miotónica es la distrofia muscular adulta más común. Los sistemas de órganos múltiples se ven afectados, aunque en diversos grados en diferentes individuos. Los sistemas más comúnmente afectados son el músculo esquelético, el corazón, el sistema nervioso central, el tracto gastrointestinal y el sistema endocrino. El trastorno se subdivide en dos entidades distintas, distrofia miotónica tipo 1 y tipo 2 (DM1 y DM2, respectivamente).

La DM2 se describió por primera vez en 1994 después del descubrimiento de que algunos pacientes que se creía que tenían DM1 no albergaban la mutación genética que causa la DM1, una expansión repetida de CTG en el gen DMPK (Ricker et al., Neurology, 1994). En cambio, se demostró que tenían una expansión de repetición CCTG única en un cromosoma diferente, en el gen CNBP (Ranum et al., Nature, 1998, Liquori et al., Science, 2001). Se observó que este grupo de pacientes tenía un fenotipo clínico ligeramente diferente en el que estaban presentes debilidad muscular y miotonía (dificultad para relajar los músculos), pero los músculos más afectados estaban más cerca del centro del cuerpo, como los hombros y las caderas. También tendían a tener síntomas mucho más leves (Ricker et al., Neurología, 1994, Udd et al., Neuromuscul Disord, 1997). Por estas razones, la DM2 ahora se reconoce como una entidad distinta y apoya aún más la idea de que la patología de la DM es causada por mecanismos de ganancia de función de las repeticiones expandidas.

La prevalencia real de DM2 ha sido difícil de determinar. Los estudios de población en Europa han arrojado resultados contradictorios, con estimaciones de prevalencia que oscilan entre 1 de cada 1.830 y 1 de cada 8.000 (Suominen, Eur J Human Genet, 2011). No se han completado investigaciones formales dentro de la población estadounidense, pero la evidencia anecdótica sugiere que la DM2 se presenta con mucha menos frecuencia que la DM1 (Thornton, Neurol Clin, 2014). Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad en los Estados Unidos es probablemente subestimada debido a la heterogeneidad de la enfermedad y el diagnóstico erróneo posterior. Un análisis demostró que hasta un tercio de todos los pacientes con DM2 habían sido diagnosticados previamente con otras afecciones, como enfermedad articular degenerativa, fibromialgia y esclerosis múltiple (Hilbert et al., J Neurol, 2013), lo que resultó en un retraso promedio en el diagnóstico de 14 años.



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